CELULITIS
¿Obesidad o celulitis?: Etiología
de la celulitis, Diagnóstico, Clasificación, Tratamiento.
¿OBESIDAD O CELULITIS?
La palabra “celulitis” es un término
equivocado que empleamos generalmente para referirnos a ciertas obesidades
o adiposidades localizadas en determinadas zonas del organismo. Es un
término inexacto puesto que la entidad clínica a la que
nos referimos no lleva implícita la existencia de ningún
proceso inflamatorio.
Se han propuesto multitud de términos para definir
esta entidad, pero creo que dadas sus características anatomopatológicas,
la definición dada por S. Curri es la más acertada como
“dermopaniculosis vasculopática” o también la
propuesta por Bartoletti de “paniculopatia fibroedematosclerótica”.
Ambas definiciones podríamos aceptarlas como correctas ya que ambas
hacen alusión al componente graso, al componente vascular (imprescindible
en la génesis de la patología como ya veremos) y al componente
edematoso y fibroso que caracterizan al tejido celulítico ya formado.
PERO . . . ¿QUÉ ES?
Clínicamente no es difícil de reconocer
una zona celulítica en nuestro organismo, ya que concurren una
serie de signos que son perfectamente identificables y característicos
como manifestación de los cambios ocurridos en el tejido subcutáneo
superficial en donde radica la enfermedad:
Aumento de su espesor.
Aumento de su consistencia.
Aumento de su sensibilidad.
Disminución de su movilidad y capacidad de desplazamiento
de los distintos planos de la piel por la adherencia a planos cutáneos
profundos.
Palpación de “gránulos” subcutáneos
que corresponden a los micronódulos y macronódulos característicos
de la celulitis.
Todas estas anomalías constituyen el fenómeno
bien conocido de la “piel de naranja” que define estéticamente
la apariencia de esta enfermedad en la zona afectada.
¿CÓMO SE PRODUCE?
Existe prácticamente una unanimidad de criterios
entre los diversos especialistas en diferenciar cinco fases en la formación
del tejido celulítico, o más bien en las etapas en que se
produce la desestructuración del tejido subcutáneo que va
a dar lugar a la formación de la celulitis.
1ª Fase:
No tiene una manifestación clínica
y por lo tanto es prácticamente imposible diagnosticarla. Se
caracteriza por un enlentecimiento de la microcirculación venosa
y linfática. Los vasos se dilatan y la sangre permanece en ellos
más tiempo del habitual.
2ª Fase:
Debido a la persistencia del estasis sanguíneo, y de
la vasodilatación, la pared de los pequeños vasos venosos
y linfáticos se hace más permeable dejando salir líquido
al exterior. Es lo que se denomina edematización del tejido conjuntivo.
Este líquido es muy rico en electrolitos (fundamentalmente sodio)
y en mucopolisacáridos.
3ª Fase:
Esta inundación conlleva una serie de reacciones químicas
ya que estas sustancias extrañas crean un compromiso de presiones
al ocupar un espacio que no es el apropiado, dificultando todavía
más la nutrición correcta de las células grasas
que se localizan en su alrededor. Es lo que se denomina fenómeno
de hiperpolimerización de los mucopolisacáridos, en el
que asistimos a una transformación del líquido seroso
en una sustancia geloide, más densa, que todavía entorpece
más los intercambios de nutrientes entre los vasos y las células
adipocitarias. Estas células al no poder verter sus metabolitos
al torrente microcirculatorio, se hipertrofian aumentando considerablemente
de tamaño, pudiendo llegar, incluso, a romperse y verter al exterior
su contenido graso y tóxico.
4ª Fase:
En el transcurso de algunos meses se produce un fenómeno
de proliferación fibrosa en la que la sustancia fibrosa de la
dermis e hipodermis se organiza en fibrillas translúcidas, hinchadas
y turgentes formando auténticas redes que engloban a todos los
elementos: células grasas, vasos venosos, linfáticos y
nervios, dificultando todavía más los intercambios nutricionales
entre los vasos y las células. La compresión de las terminaciones
nerviosas se manifestará en forma de dolor, y la compresión
de los adipocitos da lugar a la apariencia de acolchado típica
del fenómeno celulítico.
5ª Fase:
La evolución de la fase anterior se traduce en una
auténtica fibrosis o esclerosis cicatricial que comprime a células,
vasos, linfáticos y nervios, y se organiza en forma de micronódulos
que al unirse entre sí da lugar a los macronódulos que
a veces podemos palpar en las zonas celulíticas. Parte de estas
mallas traccionan de las últimas capas de la piel formando ondulaciones
características que denominamos piel de naranja.
El auténtico problema es que como hemos visto
se cierra un círculo vicioso en el que si el principio de todo
el problema era un estasis vascular que comprometía una correcta
nutrición de las células, el final es una compresión
de éstos mismos vasos, con lo que el problema nutricional está
todavía más agravado.
La consecuencia inmediata de este planteamiento es personal y creo que
todos la entenderemos como medianamente correcta. No entiendo como pueden
plantearse tratamientos agresivos y radicales anticelulíticos que
sólo actúen sobre el componente graso, cuando está
totalmente demostrado que el principal problema de la génesis de
la celulitis es la alteración microcirculatoria.
ETIOLOGIA: ¿POR QUÉ SE PRODUCE?
La celulitis es un proceso multifactorial, raramente
hay un único motivo al que podamos responsabilizar totalmente de
que ésta aparezca. Sabemos y podemos precisar una serie de factores
predisponentes y que estadísticamente se asocian con su presencia:
Factores endocrinos: Parece algo evidente
que existe una relación entre la aparición de la celulitis
y las fluctuaciones hormonales a que se ve sometida la mujer a lo largo
de su desarrollo. Primero porque es tremendamente significativo que aparezca
la patología coincidiendo con los cambios hormonales fisiológicos
de la mujer (pubertad, embarazo, postparto, toma de anticonceptivos, o
menopausia). En segundo lugar porque numerosos estudios hormonales certifican
que tanto los estrógenos como la progesterona (ambas hormonas típicamente
femeninas) tienen un efecto directo sobre el tejido graso, siendo responsables
del aumento del volumen de los adipocitos en zonas específicas
del cuerpo de la mujer, preferentemente en las zonas peritrocantéreas
(cartucheras).
Factores enzimáticos: Las lipoproteinlipasas,
trigliceridolipasas, los sistemas adenilciclasas y el AMP-cíclico,
son sistemas enzimáticos cuyas alteraciones traen como consecuencia
efectos en la capacidad de lipólisis y de la transformación
de los triglicéridos en ácidos grasos y glicerol por parte
de los adipocitos. Sistemas que sabemos en mayor o menor medida están
alterados en el tejido graso de las pacientes celulíticas.
Factores psicosomáticos: Las
pacientes con distonías neurovegetativas, en las que se manifiestan
especialmente los fenómenos de ansiedad, estrés, emotividad
etc. Poseen una mayor labilidad en el metabolismo y actuación de
sus hormonas catecolamínicas (adrenalina y noradrenalina) produciendo
fenómenos hiperactivos de su vasomotricidad, con lo que están
mucho más predispuestas a padecer celulitis.
Factores genéticos: Es un hecho
estadísticamente comprobado la existencia de “familias de
obesos” y “familias de celulíticas”. Los antecedentes
familiares de obesidad y de celulitis es un factor predisponente de primer
orden para padecer la enfermedad. En mi casuística personal resalto
la gran frecuencia de madres con problemas circulatorios, principalmente
varicosos en mis pacientes con celulitis. Lo que viene a constatar que
la patología circulatoria es primordial en la génesis del
problema celulítico.
Factores dietéticos: Que existe
una relación entre sobrealimentación y obesidad es algo
evidente. Pero al relacionar dieta y celulitis debemos concentrarnos más
en la calidad de la alimentación que en su cantidad. Fundamentalmente
podemos relacionar los hábitos tóxico – dietéticos
con la aparición de la celulitis: tabaco, alcohol, comida basura,
abuso de picantes y de especias fuertes etc. Y como no las consecuencias
de una dieta desequilibrada, hiperuricemias, hipercolesterolemias, tendencia
al estreñimiento, mala higiene de vida etc.
Factores mecánicos: Existe una
clara relación en la aparición de la celulitis en pacientes
que sufren alteraciones ortostáticas, principalmente pies planos,
problemas mecánicos de rodillas, alteraciones de la columna (hiperlordosis
lumbar) etc. Pero también podemos incluir en este apartado las
compresiones mecánicas sobre el terreno vascular que ocasionan
el uso de prendas de vestir demasiado ajustadas y por supuesto el estatismo
propio de profesiones (dependientas, camareras etc.) que deben permanecer
largo tiempo de pie sin moverse.
Factores vasculares: Son fundamentales
y yo me atrevería a decir que imprescindibles en la aparición
de la celulitis. De hecho, como ya hemos comentado no existe celulitis
sin un componente de alteración microcirculatoria. Es muy frecuente
que las pacientes afectadas de celulitis manifiesten sintomatología
vascular, principalmente de retorno venoso: dolor, pesadez, cansancio,
varicosidades y varículas en las piernas etc.
DIAGNOSTICO DE LA CELULITIS
El diagnóstico de la celulitis no reviste ninguna
complicación, básicamente si nos fijamos en el aspecto de
la piel, palpamos correctamente y pellizcamos suavemente la misma nos
cercioraremos de la presencia de las placas celulíticas. La piel
aparece con una serie de irregularidades como depresiones que constituyen
la clásica “piel de naranja”. Palpando superficialmente
notaremos la presencia de irregularidades como en “grano de arroz”,
y en estadíos más importantes nódulos celulíticos
más grandes y compactos. La capacidad de deslizamiento de las capas
de la piel está disminuída notando que al pellizcarla duele
y no podemos despegarla de las capas más profundas. El aspecto
es de sequedad, frialdad e induramiento o edematizada.
Normalmente nos encontraremos una serie de signos asociados, generalmente
de índole vascular como: calambres, pesadez de las piernas, edematización
de los tobillos, pies fríos, con la piel rosada, marmórea,
y muy frecuentemente se asocia a la presencia de varículas, varices,
hematomas muy frecuentes etc.
Existen técnicas más sofisticadas como
la Termografía de contacto que nos permiten diagnosticar objetivamente
las zonas afectadas creando una especie de mapa de la región celulítica.
Se basa en la diferencia de calor que emite la piel en las zonas sanas
(mas calientes) con respecto a las zonas afectadas que al estar peor irrigadas
son más frías. Realmente se utiliza muy poco en la clínica
diaria.
Otras técnicas como la ecografía o la exploración
vascular por medio del doppler, pletismografía o capilaroscopía,
son muy poco utilizadas y realmente solo nos indican el estado de la vascularización
de los miembros inferiores.
CLASIFICACION DE LA CELULITIS
La clasificación más frecuentemente utilizada
es la que hace referencia a las características clínicas
de la celulitis. Según Bartoletti la podemos clasificar:
Celulitis Blanda: Se suele dar en personas
de cierta edad, que no realizan ningún ejercicio o se han sometido
a frecuentes y drásticas dietas de adelgazamiento. La flacidez
de la musculatura es tan importante como la celulitis que presentan.
Celulitis Compacta: Es propia de la
jóvenes que presentan obesidad o sobrepeso asociado. La celulitis
es dura y da sensación de tensión al palparla. Es la que
responde mejor al tratamiento.
Celulitis Edematosa: Es la menos frecuente,
acompaña a un estado vascular muy deficiente y a una edematización
general de ambas extremidades. Los síntomas vasculares asociados
son muy intensos. Responde bien si asociamos un correcto tratamiento sobre
la circulación de retorno.
TRATAMIENTO DE LA CELULITIS
Puesto que nos estamos enfrentando a un problema que
está muy “de moda”, hay que entender que existen multitud
de tratamientos propuestos, y muchos de ellos publicitariamente calificados
de “definitivos”, yo añadiría la calificación
de “engañosos”, ya que un tratamiento correcto anticelulítico
debe comenzar con la mentalización de la paciente de que la celulitis
es una enfermedad crónica y que aunque la solucionemos momentáneamente,
siempre tenderá a volver a producirse. Que lo más importante
del tratamiento es la constancia y la perseverancia, que realmente se
puede solucionar y que contamos con un gran arsenal de tratamientos para
ello y que cuantas más armas utilicemos para combatirla, mejor
será el resultado. Pero sin olvidar que las dosis o tratamientos
de “mantenimiento” son tan importantes o más que los
utilizados para vencerla en un primer momento.
Basados en esta premisa fundamental de “entender
correctamente” el problema celulítico vamos a intentar plantear
de forma lo más clara y concisa el arsenal terapéutico que
disponemos para combatirlo. Como he dicho antes, cuantas más armas
utilicemos mejores resultados obtendremos.
MEDIDAS HIGIENICO – DIETETICAS:
1. ALIMENTACION: En los casos, sumamente
frecuentes, en los que la celulitis se asocia a una obesidad o a un sobrepeso,
invariablemente debemos plantear una dieta de pérdida de peso (hablaremos
de ello en el capítulo siguiente). Si no es así, debemos
intentar una alimentación lo más “sana” posible,
bien equilibrada, con abundantes frutas, hortalizas y verduras que aseguren
un aporte de vitaminas y minerales suficiente para el organismo. Intentaremos
que sea rica en proteínas y un poco disminuida de hidratos. Por
supuesto pobre en grasas. Intentaremos mantener unos ritmos de comidas
lo más ordenadas posibles, comiendo siempre a horas regulares,
sin saltarnos comidas y sin picotear dulces, chocolates ni golosinas entre
horas. La sal la tomaremos con mucha moderación, pero también
evitaremos los condimentos y especies muy picantes o fuertes, así
como las salsas en abundancia, mostazas etc. Muy importante es mantener
un balance hídrico adecuado, por lo que siempre aconsejamos a nuestras
pacientes que tomen un mínimo de litro y medio al día de
agua, si es posible no concentrado con las tomas de alimento principales,
sino más bien repartido a lo largo de todo el día.
2. RELAJACION Y TRANQUILIDAD: Ya sé
que suena un poco fuera de lo común, todos quisiéramos huir
del estrés de la vida cotidiana, pero sabemos que el insomnio,
los nervios, la irritabilidad, la ansiedad son factores que favorecen
la aparición de la celulitis. Podemos aconsejar a nuestras pacientes
ejercicios de relajación, yoga etc. Yo particularmente en casos
medianamente preocupantes de ansiedad, estrés, dificultad en conciliar
el sueño, tendencia depresiva, estado de ánimo muy decaído
etc, acudo a un producto a base de extracto de hipérico, que ha
demostrado ser la planta de elección en estos casos leves de desajustes
psico – emocionales. Se denomina DISTONICUM, y recomiendo la toma
de dos cápsulas con el desayuno y una con la comida. A partir de
los quince días valoro como se encuentra la paciente y normalmente
reduzco la toma solo a dos cápsulas con el desayuno.
3. EJERCICIO FISICO: No se trata de
aconsejar a nuestras pacientes una preparación olímpica,
sino que realicen un ejercicio moderado y sobre todo continuo (gimnasia
de mantenimiento, aeróbic suave, ciclismo, natación etc.).
No buscamos la pérdida de peso, sino más bien una tonificación
muscular, que agradecerán sobretodo las que padezcan una celulitis
flácida y las que tengan problemas de retorno venoso. De todas
formas, todos estamos de acuerdo en que el ejercicio practicado con moderación
y constancia es el mejor consejo que podemos dar a todo el mundo, ya que
es la mejor ayuda para conseguir un equilibrio físico y psíquico
del organismo.
4. FISIOTERAPIA: Existen varias técnicas
que solemos usar como complemento en el tratamiento de la celulitis. Se
pueden utilizar solas o combinadas entre sí. Todas ellas tienen
su utilidad si se utilizan por auténticos profesionales y son de
gran ayuda en el contexto global del tratamiento anticelulítico.
Vamos a enumerarlas y a comentar muy someramente el fundamento de su utilidad:
LASER He – Ne: Se utiliza principalmente
por sus efectos normalizadores de la microcirculación, favorece
el drenaje linfático disminuyendo el edema, tiene efectos fibrinolíticos
y disminuye la sensación dolorosa y de rigidez de la piel. Podemos
utilizarlo como medida previa a la aplicación de productos tópicos
anticelulíticos, ya que conseguiremos una mayor penetración
de sus principios activos.
ULTRASONIDOS: Utilizamos ultrasonidos
de una frecuencia de 3 MHz que actúan a una profundidad de 2
– 3 cm. de la piel. Tiene unos efectos muy interesantes que podemos
resumir: Reabsorción de edemas, analgésico, aumento de
la elasticidad y de la permeabilidad de la piel, lo que permite la penetración
de productos tópicos, estímulo de la microcirculación,
aumento del metabolismo local y un efecto fibrinolítico. Todos
ellos son de utilidad en el tratamiento de la celulitis, sobre todo
en las compactas.
No deben utilizarse en zonas especiales de nuestro organismo: ojos,
oídos, ovarios o testículos, y está contraindicado
totalmente en abdomen de embarazadas, pacientes con marcapasos, zonas
infectadas y neoplasias. Tampoco los utilizaremos en pacientes que porten
prótesis metálicas ni en zonas que hayan sufrido una hemorragia
reciente.
CORRIENTES EXCITOMOTRICES: Son aparatos
de corrientes variables de baja frecuencia emitidas en forma de trenes
de impulsos. Tienen la facultad de producir contracciones musculares,
utilizándolas con este fin para conseguir dos efectos importantes,
por un lado aumentando la tonicidad muscular, importante en las celulitis
flácidas, y actuando sobre la circulación venosa y linfática
al aumentar su capacidad de retorno, importante efecto en el tratamiento
general del problema celulítico.
Está contraindicado su uso en gestantes, pacientes con marcapasos,
en cualquier tipo de lesión muscular y, muy importante, en el
abdomen de las pacientes portadoras de un dispositivo intrauterino,
ya que podría moverse y producir lesiones en el endometrio. También
están contraindicadas en pacientes con flebitis, tromboflebitis
y embolias recientes.
PRESOTERAPIA: Es un tratamiento muy
utilizado para el drenaje y la resolución de edemas. Consiste
básicamente en unas botas neumáticas en las que se introducen
las piernas. Están compartimentadas y gracias a un compresor
se insuflan progresivamente y en sentido ascendente. Se produce una
gran activación circulatoria con efectos muy positivos en los
problemas linfáticos, reabsorción de edemas y celulitis
edematosa. Por otra parte es uno de los tratamientos más agradecidos
por nuestras pacientes ya que les produce un gran efecto de descanso
en las piernas.
Está contraindicado su uso en procesos infecciosos, neoplasias,
trombosis, insuficiencia cardiaca y renal y en hipotensiones severas.
DRENAJE LINFATICO MANUAL: Es una técnica
que se efectúa mediante un masaje totalmente atraumático
cuyo fin es ayudar al retorno de la linfa a sus centros colectores.
Este vaciamiento de los canales linfáticos con el consiguiente
efecto antiedematoso disminuye la tendencia a la fibrosis y facilita
la salida de los materiales tóxicos retenidos en las zonas celulíticas.
Es de elección en las celulitis edematosas. Sus contraindicaciones
son: infecciones agudas, neoplasias y trombosis.
5. FITOTERAPIA: La Fitoterapia moderna
ha dejado de ser esa ciencia empírica que basada exclusivamente
en los conocimientos ancestrales que pasaban de boca a boca y de maestros
a alumnos intentaba solucionar los problemas de los pacientes únicamente
por el conocimiento de que “tal planta va bien para tal patología”.
Actualmente los análisis escrupulosos de los principios activos
de las distintas plantas. El análisis cualitativo y cuantitativo
de los mismos, que nos permite un ajuste real de su dosificación
y de su mecanismo íntimo de actuación, junto con unos sistemas
de extracción y fabricación sometidos a los más rigurosos
métodos de control hacen que realmente nos encontremos con una
ciencia “nueva” equiparable a la Farmacología convencional,
y en muchas ocasiones una alternativa a la misma, con la gran ventaja
de que no plantea los efectos secundarios que los medicamentos clásicos
generalmente ocasionan.
En adelante, cuando quiera referirme a los productos
o principios activos de fitocompuestos me voy a permitir el lujo de dar
los nombres comerciales de todos ellos, ya que quiero en todo momento
hacer referencia a tratamientos en los que yo tengo experiencia, y con
los que siempre he obtenido los mejores resultados. Siempre daré
la opción de dos o más productos de distintos laboratorios
para evitar que con el ánimo de utilizar los mismos principios
activos que yo utilizo se caiga en el error de distintas o incompletas
formulaciones.
Ante el problema celulítico yo siempre acudo a
la Fitoterapia como tratamiento de fondo, ya que me aporta unos efectos
resolutivos extraordinariamente importantes: efectos linfocinéticos,
fibrinolíticos, protectores de la microcirculación y antiedematoso
que considero son fundamentales en el abordaje del tratamiento integral
anticelulítico. Productos como el BHIOERBA – 3 –
LD lo incluyo sistemáticamente en mis tratamientos ya
que aportan en su composición todos los fitoterápicos que
sabemos actúan en la resolución del problema celulítico
(estasis, linfedema, alteración microcirculatoria, redes de fibrina,
etc.).
Si concomitantemente existe un problema de retorno venoso
importante debemos actuar contra él con los medios que la Fitoterapia
pone a nuestra disposición. Sabemos que los extractos de Ruscus,
Hamamelis, Mirtilo, Meliloto, Rutina, Castaño de Indias, Ginkgo-Biloba
etc. Actúan sobre la permeabilidad capilar, aumentando el tono
de la pared vascular y reactivando el retorno venoso. Yo utilizo fundamentalmente
VACIRTON, que reúne todos los principios activos
que sabemos actúan como activadores de la circulación venosa,
haciendo por un lado, una labor resolutiva del problema clínico
(piernas cansadas, pesadas, varices dolorosas, calambres etc.) y por otro
lado preventivo de la inexorable evolución que la patología
varicosa siempre conlleva.
Nos solemos encontrar con problemas de estreñimiento
muy frecuentemente asociados a la patología celulítica.
Probablemente la corrección dietética nos solucione el problema,
de no ser así, acudiremos a productos ricos en fibra natural que
nos ayudarán a resolverlo sin plantearnos efectos secundarios.
ADELPLUS, METABOL, etc. Tomados con
abundante agua en varias veces al día corregirán el ritmo
deposicional, y aportarán los beneficios de la fibra al intestino,
además de sus efectos carminativos y reductores de la inflamación
abdominal derivada del acumulo de gases o digestiones pesadas. Si necesitamos
un efecto laxante más intenso, yo recomiendo la toma de un granulado
como el LINOFORCE con abundante agua que seguro nos lo
soluciona.
Es frecuente que al analizar los factores causales de
la celulitis nos encontremos con un gran componente tóxico alimentario,
y necesitemos actuar primero sobre el problema dispéptico, y asegurarnos
un buen funcionamiento hepático – biliar, y una “detoxicación”
general del organismo como premisa previa al tratamiento anticelulítico.
La Fitoterapia con productos como el BHIOERBA – 1 - HB
a base de principios activos coleréticos, colagogos y amargos nos
aportan soluciones y nos asegura un correcto funcionamiento hepático,
imprescindible para unas buenas funciones desintoxicantes en nuestro organismo.
6. TRATAMIENTOS TOPICOS: Es clásica
la pregunta de mis pacientes: ¿las cremas anticelulíticas
funcionan?. La respuesta es siempre la misma: no podemos plantear un tratamiento
anticelulítico exclusivamente basado en la aplicación de
un producto de uso tópico. Y menos aún pretender solucionar
un problema crónico como el de la celulitis con la aplicación
de una crema un mes antes de que llegue el Verano. Pero es bien cierto
que los productos de uso tópico basados en formulaciones lógicas,
que actúen como lipolíticos locales, antiedematosos, reestructurantes
del tejido conjuntivo dañado, linfocinéticos, protectores
vasculares y activadores de la microcirculación, si los usamos
de forma continuada y constante juegan una papel nada desdeñable
en el tratamiento de la celulitis, siendo en la mayoría de los
casos un complemento indispensable de la terapia general que debemos plantear.
El VACIRTON – GEL ANTICELULITICO es un fitocompuesto
de uso tópico que a base de Hiedra, Fucus, Tepezcohuite, Centella
Asiática, Castaño de Indias, Ciprés, Cafeína,
Hamamelis etc. Cumplen perfectamente con los requisitos de actuar sobre
todos los componentes fisiopatológicos generadores de la celulitis
y además mejoran el aspecto y la textura de la piel. Su aplicación
debe ser suave y constante, carecen de efectos secundarios y yo los recomiendo
siempre como complemento de todas las demás actuaciones que estamos
planteando contra el fenómeno celulítico.
7. MESOTERAPIA: Es la técnica
más utilizada en el tratamiento de la celulitis, consiste en la
administración de mínimas dosis de medicamento mediante
punciones intradérmico – superficiales en la zona que queremos
tratar. Nos permite realizar un tratamiento exclusivo de la zona afectada
sin interferir en el resto del organismo. Existen unas normas de estricto
cumplimiento tanto en la técnica a utilizar como en los fármacos
que se inyectan, que deben reunir unos requisitos imprescindibles para
poder ser utilizados por esta vía de administración. De
hecho, los únicos problemas que sabemos se han producido con la
técnica de la Mesoterapia son por no haber cumplido estas normas
de aplicación o por haber utilizado fármacos que no cumplieran
con los requisitos de utilización por esta vía. Hoy en día
son los fármacos homeopáticos los que prácticamente
han desbancado a los fármacos habituales en el tratamiento de la
celulitis. Por un lado cumplen con todos los criterios para poder ser
utilizados por vía mesoterápica, por otro permiten abarcar
todos los factores etiopatogénicos causantes de la celulitis, y
por otro son totalmente inocuos, no plantean efectos secundarios desagradables.
Yo personalmente utilizo de forma sistemática un complejo homeopático
llamado LIPODISTROFIN a base de Placenta – suis,
Vena y Arteria-suis, Funículus Umbilicalis, Vípera berus,
Juglans, Levothiroxin, Secale, Tabacum, Fumaria, Barium carbónicum,
Sepia, Aesculus y Pulsatilla. Este complejo homeopático actúa
sobre todos los factores responsables de la génesis del proceso
celulítico: microcirculatorio, endocrino, tóxico, neurovegetativo
etc. Si además considero que debo actuar con un efecto lipolítico,
porque exista un componente de obesidad localizada, añado a la
jeringa un complejo también homeopático formulado a base
de Graphites, Levothiroxin, Fucus, AMP-c, ATP, y Triac denominado METABOLITES,
ya que las formulaciones homeopáticas me permiten la mezcla en
la misma jeringuilla de varios productos, que además se potencian
entre sí.
8. CIRUGIA: Vamos a enumerar las dos
técnicas más utilizadas en el remodelaje corporal y por
lo tanto en la actuación sobre la celulitis y las adiposidades
localizadas. Nos referimos a la Liposucción y a la más moderna
Liposucción Ultrasónica. Ambas consisten básicamente
en lo mismo, introducir una cánula, simple o acoplada a una aparato
de ultrasonidos que actúa rompiendo las células grasas,
mediante una mínima incisión en la piel, y aspirar las masas
grasas que constituyen el inestetismo que pretendemos solucionar. Son
técnicas que en manos expertas consiguen resultados extraordinarios
y prácticamente carentes de riesgos. Sin embargo, debemos apuntar
una serie de consideraciones: fundamentalmente que se trata de un acto
quirúrgico y por lo tanto requiere una formación especial
del médico que debe realizarla. Que no todas la celulitis son operables
y que el buen criterio del profesional debe imperar a la hora de seleccionar
a las pacientes candidatas a la intervención en base a una mínima
garantía de éxito y a una minimización de los riesgos
operatorios. Que una información completa y amplia a la paciente
sobre los pasos y características de la intervención y del
postoperatorio son fundamentales para un éxito completo. Es muy
lamentable que en aras exclusivamente del lucro, se está operando
absolutamente “todo”, en muchos casos sin la experiencia necesaria,
y sin las condiciones de habitabilidad (quirófanos, salas estériles,
anestesias adecuadas etc.) mínimamente requeridas para al menos
salvaguardar la integridad de las pacientes. Es por lo que yo personalmente
siempre indico que una buena información es fundamental a la hora
de decidirse sobre una técnica o sobre un profesional u otro. Muchas
veces es preferible pecar por cautos que no lamentarse de algo que desgraciadamente
ya no tenga remedio.
Como vemos después de este repaso a todas las
posibilidades terapéuticas que tenemos a nuestra disposición
la solución a la misma se resume en lo que ya hemos apuntado: No
existe un tratamiento “intensivo” anticelulítico, pero
sí existe un conjunto de tratamientos efectivos. La celulitis se
cura, y esto lo podemos afirmar categóricamente, pero siempre,
haciendo hincapié que el mejor aliado del tratamiento anticelulítico
es la constancia. Cuantas más armas utilicemos, mejor será
el resultado. Y este es el momento de decir que desgraciadamente el tratamiento
anticelulítico no tiene punto final. Tan importante como un tratamiento
bien planteado de inicio, es un tratamiento de mantenimiento con dosis
de recuerdo que nos aseguren que lo que hemos conseguido no vuelva a aparecer.
Y que un cambio en nuestros planteamientos de vida son necesarios para
evitar que esta desagradable enfermedad siga mortificándonos.
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